Y
¿que puedo decir yo?, si nunca entendí nada.
Pero aprendí mucho, por ejemplo, que poco a poco ciertas cosas dejan de importar, que la gente no cambia. Que nada es imposible,
que cuando deseamos mucho algo y luchamos
por ello, llega y
mejor de lo que esperabas. Que la
vida se basa en otras cosas, no en lo que pensabas, se basa en momentos, en sonrisas, en alegrias compartidas, en un
abrazo, y porque no en un beso.
Aprendí también que las cosas nunca pasan porque si. Que el tiempo lo cura absolutamente todo,
y que el amor solo te hace más idiota. Que te pueden decir una y mil veces que
hacer, pero al final lo
único que cuenta es tu decisión.
Que la
vida es muy corta
y que a pesar de ello, lo
bueno se
hace esperar.
